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29 de enero de 2004

The Dangerous Lives of Altar Boys

The Dangerous Lives of Altar Boys

Las películas que he visto últimamente y en especial Históricas fantásticas me hacen recordar los días en que usaba uniforme, no el kinder no la primaria sino la secundaria.

El video Eres de Cafe Tacuba me hace recordar lo mismo. En primero y segundo, me preocupaba más por divertirme, por reír. No recuerdo que profesor dijo que las mujeres maduran primero y ellas desde primero de secundaria ya actúan diferente mientras los hombres aún actuamos como niños. No estoy seguro de eso ya que mis funciones no son las de un psicoanalista, sino más bien las de un observador empírico sensorial. Sin embargo, desde primer grado me gustaba ella, era bonita. Me maldije porque nunca se lo dije y porque en tu pubertad los sentimientos son elevados a la máxima potencia, son matemáticamente irracionales. Y me quedan aún pistas sin resolver y un sentimiento de vacío en el estómago por algo que no. Sin embargo, fue ya hace seis años cuando todavía usaba uniforme, mis pantalones brincaban charcos y vista soportaba vagamente su mirada.

El pasado es un prólogo. 
William Shakespeare.

27 de enero de 2004

Lost in Translation

Hoy fui al cine a ver Lost in Translation o Perdidos en Tokio, como le nombraron aquí en México. En primer lugar, me gustó. Los cortes secos entre escena y escena me hicieron intuir cosas que no sé qué ni cómo.

No todas las personas encajan con los arquetipos fílmicos, sin embargo, en ciertas historias universales una parte de ti está hecha imagen. Leerte a ti mismo es identificarte en la historia. Pero no en todas las películas tenemos cabida todas las personas aunque queramos, o yo no sé.

Llegué al cine pensando una banda sonora de una vida para escuchar en la mañana y que inspirara confianza en la persona que lo escucha y la única que alcancé a pensar fue I have confidence, y digo alcancé a pensar porque mis pensamientos dependen mucho de los espacios, así que cuando abrí la puerta del Centro Magno comenzó a desvanecerse. Por otro lado, al salir del cine retomé el mismo pensamiento y quedé en que la confianza de las personas es adoptada de diversas maneras, modos y formas. Pero la confianza es la confianza...

En fin, la película a pesar de tener momento hilarantes también tiene un cierto aire frío.

Tal vez la ruta 622 tenía un aire melancólico o no sé qué, que aun pienso cosas de la brisa del mar en noches de agosto.

Y tantas cosas me sugieren tantos títulos y acciones-para-hacer que no sé por dónde empezar, tal-vez-respirando. Aún así la vida es bastante sencilla, es la transformación que le hacemos los hombres y mujeres la que crea arte y relaciones sociales poco comunes. Yo no sé de optimismos pesimistas, no quiero saber porque se siente fuerte en la garganta y la mirada.

Pero puedo caer en lo vago y soso como estar en el dilema de cortarse el cabello o no o elegir una camisa verde para usar algún día de la semana.

Y tal vez (seguro) me he equivocado en decir cosas tan cerradas como que el cine se acaba cuando dice The End o se terminan los créditos, quizás ahí no termina una película o la arquitectura de un edificio decimonónico, o las últimas frases de un cuento de ciencia ficción, la melodía de violines bailando con un piano o la estatua sin cabeza en una pintura moderna, quizás todas esas cosas no terminan sino que continúan haciendo de las suyas en nuestra cabeza cada vez que nos dejamos. Yo decido cuando termina. O quizás, nunca lo sabré; todo se quedó perdido en la traducción.

16 de enero de 2004

De la infancia, II

Cuando era un niño además de ayudarle de vez en cuando a mi abuela a trabajar (la verdad iba a acompañarla) en las oficinas (la secretaria se llamaba Tere, no Paty ya investigué bien) también todos los domingos mi abuelita vendía postres afuera del templo que está por su casa. Flan, gelatina, galletas, atole y tamales. Casi todo se vendía la mayoría de las veces, sobre todo el flan (que sigue siendo mi favorito). Hace poco leí en la revista Crisis (que se publicaba en Argentina) una serie de recuerdos escritos por una amiga de Paul Valery acerca de él. Y leí que a él le importaba muy poco que era lo que sentía el otro, cómo lo sentía, lo que a él le interesabe eran los medios que utilizaba para conseguir ese sentimiento. ¿Qué medios utilizo yo...? Cuando estaba en la primaria la vida de los adultos me importaba muy poco, la gente que se quejaba sin razón alguna me caía mal: gente con casa, comida, lo necesario para vivir. Porque conocí a gente más modesta que con lo que tenía no era suficiente para vivir dignamente pero su vida era sencilla y alegre, sin embargo también exigían al menos una vida digna. Desde pequeño por la religión, por mis padres, porque lo apropié, el pensamiento de ser indiferente a los objetos materiales de este mundo estuvo muy presente. La teología de la liberación tuvo gran impacto en mi comunidad en los setenta y ochenta, me tocó vivir algo de eso (todavía no desaparece) y me siento bien por darle más importancia a una persona que a un celular. Aunque a veces lo ranchero me ganaba. Cuando eres niño le sonríes a todo mundo y recibes una sonrisa de vuelta, cuando pasas a la adolescencia quieres seguir con esos hábitos pero la gente es más tosca por lo que gran a los inicios de mi adolescencia no podía entender porque no sonreían, porque no saludaba. Le di mucha importancia a eso. También en la infancia cuando iba a una reunión de adultos con mis papás o X lugar y había más niños por ahí vaganado solitarios o ya había un grupo de niños jugando, primero me acercaba poco a poco pero siempre pedía un chance para jugar y si había otros niños por ahí los invitaba para que todos jugaramos. Algo así como un mediador. Los niños presumidos me caían mal, pero no tanto, porque en verdad no eran tan presumidos, eran costumbres aprendidas en su casa, así que con algún chiste o con un juego rápidamente se les pasaba. A veces tenía ratos de enojo extremo. También tuve momentos de control a causa del poder. Pero eso desapareció en la adolescencia. En la secundaria el primer año me fue mal, el segundo más o menos y tercero mejoré. Pero la sencundaria es parte de la adolescencia y no de esta entrada. Quiero recordar un hecho particular, pero cuando eres niño es un todo, no hay particularidades. Sin embargo viví feliz, tengo muchas anécdotas pero no van a llegar aquí, este no es el lugar para eso. Esos ratos son algo en latín que no sé cómo. Sin embargo en poema tendrán resonancia y en vida tienen porque son pasado y presente de un hilo conductor, de una proyecto de vida.

15 de enero de 2004

El instante se construye

La cultura del instante hace a un lado la solidez de un proyecto personal de vida. Bueno depende de cómo se abrace al instante. El instante es algo que se espera que llegue de repente sin la menor consistencia en lo que se hace. Aunque creo que deja de ser instante por el simple hecho de esperar a que suceda, no se sabe se intuye y aquí la cabeza se me traba. He aquí un reporte de lectura que hice en la clase de Teorías de las Ideologías:

Estrategias Ideológicas
Terry Eagleton

Este capítulo abre con la siguiente pregunta, ¿son realmente tan importantes las ideas para el poder político?... según mi lectura sí.

El capítulo empieza a desarrollarse con el control social del gobierno y si esto tiene que ver con la ideología. Si tiene que ver con la ideología pero solamente de las personas que están en el poder, muchas personas prefieren ver la tv o pensar globalmente y esto beneficia a los dominadores porque la persona dominada prefiere perseguir una ilusión material que tal vez manifestarse en contra de sus jefes por los malos salarios laborales. Pero no todas las personas actúan así, hay otras que también ven la tv pero que si se enteran de que su salario va a bajar inmediatamente inician alguna huelga o protesta parecida, por eso cada poder dominante sabe establecer estrategias para tener controlado al pueblo, el materialismo, la cultura del instante, el consumismo, la vida burguesa que los clasemedieros sueñan e incluso creen poseer y practicarla, su estilo de vida, todo eso manipulado por el dominador. Todas estas prácticas mantienen un control en la sociedad y mantienen la ideología en el poder dominante, mientras que tal vez los opositores a este poder dominante traten de llevar otra ideología el pueblo no les hará caso hasta que se den cuenta por ellos mismos o con ayuda de un tercero que ha sido manipulado descaradamente.

La ideología puede de ser individual a colectiva, claro con sus diferencias, pero creo que esas diferencias pueden discutirse y tolerarse para un mayor bienestar social equitativo.

Por último pienso que la ideología se manifiesta en nuestro actos y pues, hay que pensar muy bien las cosas antes de hacerlas o decirlas porque es ahí donde manifestamos quiénes somos.

14 de enero de 2004

Porque las emociones son aprendidas

Las emociones las aprendemos días después de que, cuando somos bebés, comenzamos a entender el lenguaje y los gestos de la gente a partir del lenguaje.

La afectividad de un niño hacia su madre antes del lenguaje es instintiva, y una vez que aprendemos a comunicarnos le ponemos nombre a las cosas y a los sentimientos. Los sentimientos se aprenden en la sociedad, y cada familia (sociedad) es diferente por lo que se reacciona de manera diferente ante X o Y.

El miedo, el amor, el coraje, la bondad, el conocimiento se aprende. No se nace odiando a cierto tipo de personas, ni se nace amando a las palomas blancas o a cierto tipo de amor. Los sentimientos se van construyendo. El miedo es adquirido por imitación porque vemos que el otro (tu hermano, tus padres, tus primos o amigos) le tiene miedo a cierta cosa o reacciona de cierta manera antes cierto hecho en particulary voilà, eres una persona miedosa. Es lo que nos dicen o inculcan pero no es algo fijo sino que se puede cambiar, tenemos la libertad de hacerlo, el libre albedrío de. Y las cosas son difíciles porque no son imposibles y el francés tiene una mentalidad diferente al mexicano o estadounidense, el vietnamita del salvadoreño y así en la humanidad. Pero esas emociones que no tienen nombre antes del lenguaje son encausadas de diferentes maneras en sociedad y en países diferentes una vez que se aprende el lenguaje y le damos sentido al mundo.

Y es por eso que puedo hacer cosas, que puedo decir cosas y ponerme rojo o no, las cosas se van escondiendo más y más hasta parecer ser olvidadas pero siguen ahí por eso hay que saber manejarlas. Y si yo necesito ayuda por mínima que sea creo que tú también, aunque no creas en la vida después de la muerte, del amor que venció a la muerte. All you need is love, so give a little bit of love to the human kind. El inglés es el esparanto de el nuevo siglo pero yo hablo español.

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