Está de vuelta la saga que ha causado conmoción en las facultades de letras de todo el mundo; el videojuego que llevó por primera vez a autores de la talla del semiólogo Umberto Eco o del sociocrítico Edmond Cross al mundo de los juegos de video, enviciándolos hasta las ojeras.
En este episodio tendrás bajo tu mando al estudiante de filosofía John Smith (Juan Pérez en su versión castellana) que bajo el influjo de la televisión y los medios de comunicación de masas, ha perdido la memoria. Deberás visitar diferentes ciudades del mundo donde Smith podrá sumergirse en los distintos sujetos transindividuales para así aprehender y recuperar sus discursos estropeados.
En esta secuela del juego podrás identificar las diferentes bandas que combaten para conquistar el mercado negro del lenguaje. La mafia del West coast comandada por Jay-Dee Derrida y su malévolo deconstructivismo cibernético. Las águilas hermenéuticas bajo el poder de Hans, el güero, Gadamer. Finalmente, la semiología errante bajo el comando del general Barthes y sus eunucos del demonio.
Si recordamos en las dos primeras entregas del juego, John Smith debía combatir contra las fuerzas del comandante Heidegger y sus hijos bastardos del infierno. John Smith logró librarse de los fenomenólogos ateos con la ayuda del existencialismo religoso del gurú resucitado Soren K. y su valiente ayudante Gabriel Marcel, que funge como monje gregoriano en el juego.
El juego ha sido todo un éxito en el mundo ñoño y existencialista light moderado. Miles de fans han hecho sus tesis de maestría y doctorado en el análisis de discurso de John Smith. Los realizadores declaran que si no fuese por la gran difusión que todos estos autores han tenido, no tendrían el éxito en ventas que posee hasta ahora. A una semana de su salida en el mercado, se ubica en la posición número 3 tan sólo por debajo de títulos míticos en el mundo de los videojuegos como: Lexicland: the semantic of the ring IV y el juego erótico primitivista Eggs.
Gran discurso III es sin duda un juego para analizar y disfrutar en la comodidad de tu biblioteca. Las gráficas son totalmente reales y la acción está garantizada. Nota: no incluye el manual sociocrítico.
En este episodio tendrás bajo tu mando al estudiante de filosofía John Smith (Juan Pérez en su versión castellana) que bajo el influjo de la televisión y los medios de comunicación de masas, ha perdido la memoria. Deberás visitar diferentes ciudades del mundo donde Smith podrá sumergirse en los distintos sujetos transindividuales para así aprehender y recuperar sus discursos estropeados.
En esta secuela del juego podrás identificar las diferentes bandas que combaten para conquistar el mercado negro del lenguaje. La mafia del West coast comandada por Jay-Dee Derrida y su malévolo deconstructivismo cibernético. Las águilas hermenéuticas bajo el poder de Hans, el güero, Gadamer. Finalmente, la semiología errante bajo el comando del general Barthes y sus eunucos del demonio.
Si recordamos en las dos primeras entregas del juego, John Smith debía combatir contra las fuerzas del comandante Heidegger y sus hijos bastardos del infierno. John Smith logró librarse de los fenomenólogos ateos con la ayuda del existencialismo religoso del gurú resucitado Soren K. y su valiente ayudante Gabriel Marcel, que funge como monje gregoriano en el juego.
El juego ha sido todo un éxito en el mundo ñoño y existencialista light moderado. Miles de fans han hecho sus tesis de maestría y doctorado en el análisis de discurso de John Smith. Los realizadores declaran que si no fuese por la gran difusión que todos estos autores han tenido, no tendrían el éxito en ventas que posee hasta ahora. A una semana de su salida en el mercado, se ubica en la posición número 3 tan sólo por debajo de títulos míticos en el mundo de los videojuegos como: Lexicland: the semantic of the ring IV y el juego erótico primitivista Eggs.
Gran discurso III es sin duda un juego para analizar y disfrutar en la comodidad de tu biblioteca. Las gráficas son totalmente reales y la acción está garantizada. Nota: no incluye el manual sociocrítico.
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