Si un poema solo fuera una sonrisa
plana, muy plana y práctica
derribaría tormentosamente el trono
melancólico del canon poético
de la Muerte, el Eros y la Soledad
Si solo fuese una sonrisa
de hombres adultos que aún adolecen
sabríamos entonces la necesidad
de una poesía sonriente aunque
boba o fácil
Lograr que una persona adulta
promedio encaje sus pómulos
en el aire es la tarea imposible
de sus maniatadas agitaciones
del vasto dominio de lo rutinario
Si un poema fuese sólo una sonrisa
sin luto ni oquedad ni lamentos
sin falta de ánimo ni optimismos
sin muelas ni imitaciones tibias
sin presentaciones de Power Point
ni videos chistosos de Youtube
Si sonreír es nacer original y más
alegre que triste, olvida entonces
la trascendencia de los Años Nuevos
o Viejos o Repetidos o Sacrificados
porque sonreír es la noria del pobre
Si sonreír fuera solo un poema cardinal...
Categorías
amor
(51)
arte
(7)
cine
(53)
cuento
(30)
diario
(137)
English
(15)
ensayo
(38)
espiritualidad
(4)
humor
(16)
imagen
(2)
Krishnamurti
(6)
lenguaje
(9)
literatura
(13)
música
(3)
narrativa
(42)
pensamientos
(20)
poesía
(117)
préstamos
(86)
prosa poética
(30)
sociedad
(8)
sueños
(3)
talent campus
(1)
video
(9)
31 de diciembre de 2007
La inmortalidad
Bien podría esperar a que llegue una nueva oleada de furor descriptivo, literario y epistolar. Sin embargo, si actúo de esta forma la elipsis sería demasiado sustancial, abarcaría un lapso más largo que corto y mi memoria me impediría registrar ciertos episodios recientemente acaecidos.
Avancemos gradualmente. Primero, lo más referencial. Acaban de pasar las fiestas navideñas, celebradas junto con mi familia de modo familiar y por supuesto con el Niño, el buey y la mula:
Avancemos gradualmente. Primero, lo más referencial. Acaban de pasar las fiestas navideñas, celebradas junto con mi familia de modo familiar y por supuesto con el Niño, el buey y la mula:
El hecho es que los propios animales se sintieron alegres. Nadie les había reconocido ningún mérito en la vida. Y he aquí que estaban calentando al Señor del universo en forma de niño.
Yo, por otro lado, no sabía que existieran tantos cuestionarios para evaluar la calidad de vida de los seres humanos. Es un poco melancólico ponerse a pensar que hoy en día la gente necesita "encontrar" en qué invertir su tiempo libre, las actividades que hagan su tiempo de calidad. Como si pudiéramos separar nuestro estado de ánimo automáticamente al clasificar nuestras acciones. Como si una sonrisa en la escuela, la casa o el trabajo, no tuviera el mismo valor al realizarse en un acuario, al leer una novela o al mirar la televisión.
Bueno, realmente no estoy escribiendo algo coherentemente pensando, más bien estoy haciendo free style. Y es que en los últimos días no he tenido ánimos para sentarme a escribir algo en concreto. Quisiera enunciar que ya terminé de leer el libro de Milán Kundera titulado "La inmortalidad" y que quedé cautivado por esta novela. No se le parece a nada que haya leído antes, bueno, tienes aires de Roberto Bolaño y probablemente de El Quijote. Además de que hace referencias a muchas obras artísticas y autores más, como Goethe, Hemingway, Aristóteles, Beethoven o al mismo Kundera.
Terminaré de leer "Rojo y Negro" de Sthendal que lo tenía en estado de pausa por cierto. Además, buscaré actualizar mi base musical de datos, se aceptan sugerencias. En los últimos días he descubierto algunas cosas amables al oído.
Además, estoy en un provisional entorno de incertidumbre. Al principio pintaba como algo meritorio de un espíritu irreprochablemente fuerte de corazón, pero ahora lo veo también como un duelo amoroso entre la voluntad y la dignidad personal. ¿Dónde habitará el eco del siguiente poema teledirigido a una interlocutora con nombre y apellido?
i carry your heart with me(i carry it in
my heart)i am never without it(anywhere
i go you go,my dear;and whatever is done
by only me is your doing,my darling)
i fear
no fate(for you are my fate,my sweet)i want
no world(for beautiful you are my world,my true)
and it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you
here is the deepest secret nobody knows
(here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life;which grows
higher than soul can hope or mind can hide)
and this is the wonder that's keeping the stars apart
i carry your heart(i carry it in my heart)
ee cummings
Y es que el aceite de este fuego no es inmortal, como se piensa muchas veces, ni orgánico ni mucho menos clarividente. Hay una inextricable ceguera que la razón no ilumina, y que es precisa solo por los senderos del sentimiento. Quizá sea eso lo verdaderamente inmortal en el transitar humano por la existencia de su propio yo.
23 de diciembre de 2007
Todas las cartas de amor son
Por mucho tiempo he considerado que la poesía inspirada por el amor, no es la mejor poesía. Sigo estando de acuerdo, incluso con el poema de Fernando Pessoa que se titula Todas las cartas de amor son y dice:
Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.
Pero también estoy de acuerdo cuando dice:
Pero, al final de cuentas,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son
ridículas.
Ahora, estoy escribiendo mis propias cartas.
Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.
Pero también estoy de acuerdo cuando dice:
Pero, al final de cuentas,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son
ridículas.
Ahora, estoy escribiendo mis propias cartas.
19 de diciembre de 2007
Eso dicen
Luz Helena Cordero
Dicen que hablar no cuesta nada.
Parece infalible la sentencia.
Se cae la boca con el grito,
pesan las palabras como trenes frenéticos
que atropellan las noches,
el compás del corazón,
la forma de peinarse.
Alguien pronuncia dos palabras
y se desploma el paisaje en la ventana,
deja de salir el agua por el grifo
o sale con desgano, sin sed que la recoja.
Dices adiós y algo se quiebra,
puede ser el espejo o su imagen,
alguna cosa que guardabas,
la secreta esperanza de un algo impronunciable,
su cobarde mudez.
Podríamos andar ligeros de voz y de preguntas,
dos o tres dudas como globos que estallan
sin ruido, sin misterio.
Pero las palabras se cargan de sal y de sonidos
llegan a pesar tanto que un día nos matan
de memoria, de silencio,
qué le vamos a hacer,
si estamos más hechos de palabras que de huesos
y hablar nos cuesta todo.
Dicen que hablar no cuesta nada.
Parece infalible la sentencia.
Se cae la boca con el grito,
pesan las palabras como trenes frenéticos
que atropellan las noches,
el compás del corazón,
la forma de peinarse.
Alguien pronuncia dos palabras
y se desploma el paisaje en la ventana,
deja de salir el agua por el grifo
o sale con desgano, sin sed que la recoja.
Dices adiós y algo se quiebra,
puede ser el espejo o su imagen,
alguna cosa que guardabas,
la secreta esperanza de un algo impronunciable,
su cobarde mudez.
Podríamos andar ligeros de voz y de preguntas,
dos o tres dudas como globos que estallan
sin ruido, sin misterio.
Pero las palabras se cargan de sal y de sonidos
llegan a pesar tanto que un día nos matan
de memoria, de silencio,
qué le vamos a hacer,
si estamos más hechos de palabras que de huesos
y hablar nos cuesta todo.
17 de diciembre de 2007
Me acuerdo de...
Je me souviens d'hier.
Georges Pérec
1
Me acuerdo del limonero que había en casa de mis abuelitos.
2
Me acuerdo de la guardia y de la cooperativa en la primaria.
3
Me acuerdo cuando perdí mi primer diente de leche. Estaba en primer año de primaria.
4
Me acuerdo que no lloré en mi primer día en el kínder. Ni en
la primaria.
5
Me acuerdo cuando mi papá ensayaba al coro de la parroquia,
tocaba la guitarra y modulaba la voz.
6
Me acuerdo del día en que trajeron la televisión a mi casa,
dentro de una gran caja de cartón.
7
Me acuerdo cuando me quedé dormido en año nuevo en
Chilpancingo, después de tomarme un vaso con sidra achampañada. Tenía 10 o 12 años
8
Me acuerdo que cuando tenía 5 años y les pedía a mis papás
que se dieran un beso. Me daba penar mirarlos besarse.
9
Me acuerdo cuando los niños de la primaria todavía no
pensaban en besar niñas y jugábamos en el patio de la escuela.
10
Me acuerdo del señor que pasa por las noches vendiendo plátanos
con leche Nestlé.
11
Me acuerdo cuando un señor en el camión nos preguntó cómo
podía dejar el alcohol.
12
Me acuerdo cuando jugaba "bebeleche" con los niños
de la cuadra y cuando pintamos BLN en el suelo (Barrio Los Niños).
13
Me acuerdo de las vacaciones de semana Santa en la
Manzanilla con los amigos de mis papás y familiares.
14
Me acuerdo que en 1992 celebramos 500 años del
descubrimiento de América. Hasta hicieron una película.
15
Me acuerdo de Sixto y Checo en el canal 6.
16
Me acuerdo cuando La Primavera era un lugar posible para
visitar los fines de semana con mi familia.
17
Me acuerdo cuando descubrí los regalos de Navidad en el
closet de mis papás. Tenía 11 0 12 años.
18
Me acuerdo del primer libro que leí por completo. Era el
Diario de Ana Frank y yo estaba en la secundaria.
19
Me acuerdo cuando la Onda Vaselina era el grupo más popular
entre niños y adolescentes.
20
Me acuerdo cuando no existía Internet, ni los celulares, ni
las cámaras digitales.
21
Me acuerdo cuando Cantinflas se murió.
22
Me acuerdo del 22 de abril de 1992, estaba en la Manzanilla
y escuchamos por la radio la noticia de la explosiones.
23
Me acuerdo del miedo que me daba hablar en clases en la
primaria. Los ojos me lloraban y me ponía rojo, rojo.
24
Me acuerdo que el 20 de diciembre hubo una crisis económica
en México. Ese día nació mi hermano.
25
Me acuerdo del papel calca o carbón y cuánto lo utilizaba en
la primaria.
26
Me acuerdo de los álbumes coleccionables de la primaria.
Nunca completé ninguno.
27
Me acuerdo del kilo de tortillas que costaba un peso.
28
Me acuerdo del día que nevó en Guadalajara (¿1997?).
29
Me acuerdo de las oficinas que mi abuela limpiaba no muy
lejos de la glorieta Minerva.
30
Me acuerdo de mi abuelito Pedro jugando ajedrez con sus
amigos o leyendo un libro por horas a la entrada de su casa.
31
Me acuerdo de las palomitas que explotaban los niños en las
fiestas patrias.
32
Me acuerdo de las manifestaciones y de las consignas
"El que no brinque es cuico".
33
Me acuerdo cuando viajamos por el centro de la República y
detuvieron a mi papá por tener unas placas que no debían circular ese día.
Todos le pedían mordida.
34
Me acuerdo de "¡Todos para uno y uno para todos!".
35
Me acuerdo del programa 24 horas con Jacobo Zabludovsky.
36
Me acuerdo cuando el PRI gobernaba el país.
37
Me acuerdo que decían que el subcomandante Marcos era otro y
no él.
38
Me acuerdo de las botellas de leche de antes.
39
Me acuerdo cuando los niños se sentaban de un lado y las niñas
de otro en la misa dominical de las 8 de la mañana.
40
Me acuerdo del primer día que caminé por la Vía Recreactiva.
41
Me acuerdo de la primera vez que fui solo al cine. Vi
Notting Hill.
42
Me acuerdo de los camiones anaranjados y verdes que había
antes por la ciudad. También había combis.
43
Me acuerdo del sentimiento que tuve la primera vez que viajé
solo fuera de mi casa y de mi país.
44
Me acuerdo de mi papá bajándose de la camioneta un 25 de
diciembre por la madrugada para detener a unos chavos que se estaban peleando
en la calle.
45
Me acuerdo de la primer niña que me gustó. Se llamaba
Fabiola y tenía 3 años.
46
Me acuerdo de las nieves raspadas que venden en el parque
Morelos.
47
Me acuerdo cómo vencí mi temor para hablar en clase, cuando
estaba en la universidad.
48
Me acuerdo del último poema que le escribí y le mandé por
email, se llama "Poema preposicional".
49
Me acuerdo de la primera vez que vi llorar a mis papás.
50
Me acuerdo cuando volvía a casa de noche con mi familia, no
importa de dónde, íbamos en la camioneta que teníamos y mi hermana y yo nos
quedábamos dormidos. Mi papá y mi mamá nos cargaban hasta nuestras camas. Me
acuerdo bien.
11 de diciembre de 2007
Poema alfabético
Absurda es la poesía que no
busca en la existencia
comunicar lo que nos atrapa,
dicotomía subyacente de los
ecos matutinos,
ecos soñadores,
ecos continentales,
ecos de mapas guías,
ecos de una semana sin fin,
ecos de miradas que hablan,
ecos de paseos concéntricos,
ecos de camiones que no pasan,
ecos de confesiones poderosas,
ecos de sonrisas cálidas,
ecos de bailes mudos,
ecos de tesoros duermevela,
ecos de sueños sin patria,
ecos del futuro que regresa,
ecos que resuenan agudos
fonemas iluminados por líneas
giratorias como las puertas
heredan manos, yo heredo
Iiusiones a mis criaturas
juguetonas entre pasados
kilogramos de aire polar o
lunar, traídos de la media Luna
menos blanca y más morena,
no ames nunca la tristeza
ñangotarse es admitirla,
omite la ortografía pura y
prefiere primero la alegría
que te lleve a la bahía
reveladora de oasis justos
sembrar verdad es la misión,
tiemblan los que esperan
Una luz cegadora que sea
vibrante vela incandecente
wey! Expulsa el sopor del
xilófono que despierta las almas
ya no estarán sordas frente al
zoológico literario que hoy
yo canto para ti.
busca en la existencia
comunicar lo que nos atrapa,
dicotomía subyacente de los
ecos matutinos,
ecos soñadores,
ecos continentales,
ecos de mapas guías,
ecos de una semana sin fin,
ecos de miradas que hablan,
ecos de paseos concéntricos,
ecos de camiones que no pasan,
ecos de confesiones poderosas,
ecos de sonrisas cálidas,
ecos de bailes mudos,
ecos de tesoros duermevela,
ecos de sueños sin patria,
ecos del futuro que regresa,
ecos que resuenan agudos
fonemas iluminados por líneas
giratorias como las puertas
heredan manos, yo heredo
Iiusiones a mis criaturas
juguetonas entre pasados
kilogramos de aire polar o
lunar, traídos de la media Luna
menos blanca y más morena,
no ames nunca la tristeza
ñangotarse es admitirla,
omite la ortografía pura y
prefiere primero la alegría
que te lleve a la bahía
reveladora de oasis justos
sembrar verdad es la misión,
tiemblan los que esperan
Una luz cegadora que sea
vibrante vela incandecente
wey! Expulsa el sopor del
xilófono que despierta las almas
ya no estarán sordas frente al
zoológico literario que hoy
yo canto para ti.
8 de diciembre de 2007
Traspié entre dos estrellas
César Vallejo
¡Hay gentes tan desgraciadas, que ni siquiera
tienen cuerpo; cuantitativo el pelo,
baja, en pulgadas, la genial pesadumbre;
el modo, arriba;
no me busques, la muela del olvido,
parecen salir del aire, sumar suspiros mentalmente, oír
claros azotes en sus paladares!
Vanse de su piel, rascándose el sarcófago en que nacen
y suben por su muerte de hora en hora
y caen, a lo largo de su alfabeto gélido, hasta el suelo.
¡Ay de tánto! ¡ay de tan poco! ¡ay de ellas!
¡Ay en mi cuarto, oyéndolas con lentes!
¡Ay en mi tórax, cuando compran trajes!
¡Ay de mi mugre blanca, en su hez mancomunada!
¡Amadas sean las orejas sánchez,
amadas las personas que se sientan,
amado el desconocido y su señora,
el prójimo con mangas, cuello y ojos!
¡Amado sea aquel que tiene chinches,
el que lleva zapato roto bajo la lluvia,
el que vela el cadáver de un pan con dos cerillas,
el que se coge un dedo en una puerta,
el que no tiene cumpleaños,
el que perdió su sombra en un incendio,
el animal, el que parece un loro,
el que parece un hombre, el pobre rico,
el puro miserable, el pobre pobre!
¡Amado sea
el que tiene hambre o sed, pero no tiene
hambre con qué saciar toda su sed,
ni sed con qué saciar todas sus hambres!
¡Amado sea el que trabaja al día, al mes, a la hora,
el que suda de pena o de vergüenza,
aquel que va, por orden de sus manos, al cinema,
el que paga con lo que le falta,
el que duerme de espaldas,
el que ya no recuerda su niñez; amado sea
el calvo sin sombrero,
el justo sin espinas,
el ladrón sin rosas,
el que lleva reloj y ha visto a Dios,
el que tiene un honor y no fallece!
¡Amado sea el niño, que cae y aún llora
y el hombre que ha caído y ya no llora!
¡Ay de tánto! ¡Ay de tan poco! ¡Ay de ellos!
¡Hay gentes tan desgraciadas, que ni siquiera
tienen cuerpo; cuantitativo el pelo,
baja, en pulgadas, la genial pesadumbre;
el modo, arriba;
no me busques, la muela del olvido,
parecen salir del aire, sumar suspiros mentalmente, oír
claros azotes en sus paladares!
Vanse de su piel, rascándose el sarcófago en que nacen
y suben por su muerte de hora en hora
y caen, a lo largo de su alfabeto gélido, hasta el suelo.
¡Ay de tánto! ¡ay de tan poco! ¡ay de ellas!
¡Ay en mi cuarto, oyéndolas con lentes!
¡Ay en mi tórax, cuando compran trajes!
¡Ay de mi mugre blanca, en su hez mancomunada!
¡Amadas sean las orejas sánchez,
amadas las personas que se sientan,
amado el desconocido y su señora,
el prójimo con mangas, cuello y ojos!
¡Amado sea aquel que tiene chinches,
el que lleva zapato roto bajo la lluvia,
el que vela el cadáver de un pan con dos cerillas,
el que se coge un dedo en una puerta,
el que no tiene cumpleaños,
el que perdió su sombra en un incendio,
el animal, el que parece un loro,
el que parece un hombre, el pobre rico,
el puro miserable, el pobre pobre!
¡Amado sea
el que tiene hambre o sed, pero no tiene
hambre con qué saciar toda su sed,
ni sed con qué saciar todas sus hambres!
¡Amado sea el que trabaja al día, al mes, a la hora,
el que suda de pena o de vergüenza,
aquel que va, por orden de sus manos, al cinema,
el que paga con lo que le falta,
el que duerme de espaldas,
el que ya no recuerda su niñez; amado sea
el calvo sin sombrero,
el justo sin espinas,
el ladrón sin rosas,
el que lleva reloj y ha visto a Dios,
el que tiene un honor y no fallece!
¡Amado sea el niño, que cae y aún llora
y el hombre que ha caído y ya no llora!
¡Ay de tánto! ¡Ay de tan poco! ¡Ay de ellos!
4 de diciembre de 2007
Cómo han de ser tus ojos
León Felipe
Mujer... no tendré un beso de niño para ti
ni de viejo, ni de sátiro...
cuando vengas no besaré tus mejillas
ni tu frente, ni tus labios.
Pondré mi boca en los pliegues
recogidos de tus párpados
y beberé el agua clara
que suba a tus ojos claros.
Trae unos ojos azules, mujer,
trae unos ojos azules, de un azul tranquilo y claro
que tengo sed...
sed de peregrino cansado
de muchas jornadas duras
por caminos solitarios
y quiero
llevar mis labios
al agua clara y tranquila
de un remanso que refleje
un cielo tranquilo y claro.
Mujer... no tendré un beso de niño para ti
ni de viejo, ni de sátiro...
cuando vengas no besaré tus mejillas
ni tu frente, ni tus labios.
Pondré mi boca en los pliegues
recogidos de tus párpados
y beberé el agua clara
que suba a tus ojos claros.
Trae unos ojos azules, mujer,
trae unos ojos azules, de un azul tranquilo y claro
que tengo sed...
sed de peregrino cansado
de muchas jornadas duras
por caminos solitarios
y quiero
llevar mis labios
al agua clara y tranquila
de un remanso que refleje
un cielo tranquilo y claro.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)