Siento al escuchar a los poetas, Borges y Paz, como a seres limitados por la verbalidad comparados con quienes son ellos mismos cuando los leemos: seres potencializados hasta en un 500%, ya que los poetas, escritores, novelistas, condensan, suman y multiplican su mortalidad y se convierten en titanes: aspirantes de la trascendencia.
Hay una paradoja aquí.
Hay una paradoja aquí.