Y le pregunté:
¿Entonces, no quieres conocer la
experiencia de elegir y ser elegida?
Ser elegida, por ejemplo, por una
educada hoja desprendida
de la rama de un árbol-libro,
elegida como reina de una casa-estar
con su metro y medio cuadrado
de Taj Mahal de jardines:
tíralos y construye un alma.
Ser elegida y elegir con total
y absoluta vocación electora
la posición de un 1 junto a otro 1,
tomar la inexorable decisión
del compás y el trazo,
abrazar la orden frugal
de la aquiescencia,
despertar al trigo y al maíz
por las mañanas para darles
(su debido desayuno de bocas)
¿O es que acaso deseas siempre
perseguir al escurridizo fauno
que se esconde en estos -bosques-
catedrales-ciudades-oficinas-
en las antípodas de tu vida?
¿No quieres con suave indiscreción
sucumbir ante el relámpago
que jala tu brazo hacia el pasamanos
para subir y despejar tu frente
de las malas memorias?
Y dijo, con sus ojos llenos
de eso que siempre se llenan los ojos:
"Tengo miedo de no sentir esto
tan fuerte por alguien más".
Pero escoges la luna que no refleja
la montaña sin eco,
la piñata sin colaciones
el verso que no rima,
la escalera sin segundo piso,
la falsa venida de un salvador:
corres tras el mismo sueño de Pigmalión.
¿Entonces, no quieres conocer la
experiencia de elegir y ser elegida?
Elígete.
Categorías
amor
(51)
arte
(7)
cine
(53)
cuento
(30)
diario
(137)
English
(15)
ensayo
(38)
espiritualidad
(4)
humor
(16)
imagen
(2)
Krishnamurti
(6)
lenguaje
(9)
literatura
(13)
música
(3)
narrativa
(42)
pensamientos
(20)
poesía
(117)
préstamos
(86)
prosa poética
(30)
sociedad
(8)
sueños
(3)
talent campus
(1)
video
(9)
14 de mayo de 2014
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario