años, meses, minutos, segundos,
pero si yo muriera hoy,
no quedaría posible-mente
recuerdo alguno sobre mí
en la memoria de mis hijas
o peor aún, quizás las pocas
que quedaran se irían difuminando
por más que se aferraran a ellas
como semillas escurriéndose
entre las manos, los dedos
yo les diría a mis hijas
como mejor patrimonio y
mi más real testamento que:
han autentificado mi vida
la han poblado de amor,
son el clímax continuo de un filme
llamado familia
la sinfonía más bella
la sorpresa del cuento
la vanguardia y retaguardia
de un ejército de abrazos
las eternas ganas insatisfechas
de estar mirándonlas como
se mira al fuego, hipnotizado
como se mira a las olas,
encantado
como se mira al cielo,
la vista es el puente a su paraíso,
el tacto es la puerta a su corazón,
la risa es un recuerdo sembrado
a futuro sin transgénicos ni hormonas,
cada arrullo
un galope de susurros
cada palmadita en su espalda
una coreografía de déjà vu
que respirarán hasta el último aliento
que renacerá como olas de calma
cada vez que la mano adecuada
sepa tratarlas con gracia
ahí viviré yo como estrella fugaz
sinapsis eléctrica de mi alma con la suya...
seré pues habitante de su amígdala
como viven en mí mis padres,
y los padres de sus padres
en una eterna comunión
de emoción y memoria
han traspuesto el sol y la luna
para iluminar mis días y noches
con su halo de bigotes de chocolate
de niñas rendidas por el trajín-juego-
preguntas&+preguntas-
dibujar-cantar-bailar-saltar-
tirarlotodoalsuelo
juntarlo todo a la vida
dejaré testimonio pues
de que estas niñas
de carne y hueso y dulce y maíz y trigo
deslumbran mi ser mientras
crecen bajo mis manos o
duermen en mi regazo o
sollozan su hondo sentimiento fugaz o
cabalgan sobre mis horas
buenas noches, mis amores.